Descubre Jericoacoara

Si has llegado hasta nosotros, probablemente ya te hayas topado con varios contenidos que muestran cómo es nuestro querido pueblo. Calles de arena, sin alumbrado público, sin bancos ni cajeros automáticos, y bellezas naturales incomparables se encuentran en el pueblo y sus alrededores, pero lo que hace especial y mágico a Jeri es algo que va mucho más allá de lo que podemos describir físicamente, lo que sucede aquí es mágico.

Jericoacoara tiene una atmósfera, una vibra, un clima que sólo hay que vivir para tener la dimensión real, pero intentaremos mostrar aquí un poco de ello. Imagínese caminar con ropa y zapatos cómodos, caminar por las calles con una sensación de libertad difícil de encontrar en la vida cotidiana de otras ciudades. Todas las personas en ese mismo clima vibran en una frecuencia diferente y más relajada, lo que ayuda a abrir nuevas conversaciones y conexiones.

Jeri, más allá de las dunas, el mar, los deportes, los manglares, la sierra, es un sentimiento.